06-07-2016
Entrevista en el diario deia.com a D. Antonio Clemente, Presidente del Colegio de logopedas del País Vasco
Antonio Clemente: “Es más complicado pronunciar la letra s que la r”.
En la entrevista de Concha Lago - Viernes, 1 de Julio de 2016- Clemente reivindica la figura del logopeda frente al ninguneo de las instituciones y el intrusismo profesional
- Existe la impresión de que los logopedas tratan solo al público infantil. Pero cualquier persona puede necesitar uno.
- Efectivamente, nos vinculan a expertos que enseñan a los niños a pronunciar la erre. Nosotros tratamos a los niños, claro que sí. Pero el logopeda atiende a una persona a cualquier edad porque a lo largo de toda la vida pueden surgir problemas no solo en el ámbito del habla sino de la comunicación, o incluso en otros ámbitos que atañen a las funciones orales no verbales.
- ¿Cómo cuáles?
- Por ejemplo alrededor de 19.000 vascos padecen daño cerebral adquirido y cada año se dan 5.975 nuevos casos, el 95,6% causados por ictus. Son personas que tienen un problema en un momento dado que cursa con una alteración de sus funciones comunicativas. Y además la mitad van a tener un problema de disfagia, es decir, de dificultad para tragar. Y la mitad de ellos van a contraer una neumonía por aspiración y la mitad de esos, van a fallecer como consecuencia de ella. Hay mayores que mueren por esa disfagia, pero no existe la figura del logopeda en geriatría.
- ¿Se puede ayudar a gente con algún tipo de parálisis o ictus a que recupere el habla y pueda llegar a comunicarse?
- Sí, nuestra intención es que pueda recuperar todas las funciones para comunicarse en la medida de lo posible. Las funciones que afectan a la psicomotricidad son competencia de los fisioterapeutas. Y las competencias sobre el lenguaje y la comunicación son de los logopedas.
- En el caso de los más pequeños, ¿qué signos hacen sospechar a los padres de que su hijo o hija no evoluciona bien con el lenguaje?
- A los 2 años hay un indicador muy claro de que las cosas no van bien. Es cuando el niño no empieza a unir dos palabras -de las cincuenta que suele manejar- para hacer una frase. En ese caso, lo prudente es que se consulte a un logopeda. A esa edad no se interviene pero se valora y se programan actividades para la familia. También se establece un programa de intervenciones periódicas para ver si el niño mejora.
- ¿Cuándo se desatan las señales de alarma?
- Si sobre los 3 años o los 3 años y medio persisten las anomalías en el desarrollo del lenguaje, hay que intervenir profesionalmente. Porque un altísimo porcentaje de estos niños tienen luego problemas para la lectura y la comprensión. Y un porcentaje también puede encontrarse dentro de un trastorno que se llama trastorno específico del lenguaje. Pero a esas edades solo puedes hacer unos diagnósticos previos que hay que confirmar más adelante.
- El problema de no pronunciar la letra r es el más conocido.
- Sí, el de la r es el más conocido pero no es el más complicado de los que tenemos. El más complicado es la s, por eso hay tanta variación en ese sonido a nivel regional. Incluso, y voy a decir algo controvertido, hay profesionales que lo enseñan mal.
- ¿Es más difícil decir la letra s que decir la r?
- Ningún sonido es especialmente complicado. Normalmente un niño a los 3 años y medio ya dice todos los sonidos sin ser especialmente dotado. Y sin tener problemas motrices finos de articulación, más bien son problemas de perfección fonológica, de habilidades auditivas. Tampoco hay que vincularlo a que los niños sean buenos o malos comedores.
- ¿Los problemas no se solucionan solos verdad?
- Los problemas raramente se solucionan solos. A veces la gente se fija en que el niño no habla bien y no atiende a que el niño comprenda bien las cosas y se comunique con fluidez. Un problema de habla tiene una evolución concreta. Es verdad que puede llegar a solucionarse solo, pero si a partir de los 5 años y medio, un niño no tiene todos los sonidos conseguidos, todo el tiempo que dejemos pasar, corre en su contra.